Mujeres Que Corren Por Amor
Hay quienes abren los ojos y salen corriendo, porque el despertador no sonó, porque el sueño los venció; corren todo el tiempo porque nunca tienen tiempo. Hay otros que corren porque quieren escapar y otros que lo hacen con todas sus fuerzas, porque al otro lado los espera un abrazo. Corren para alcanzar el bus, corren para llegar al banco, corren para aclarar la mente o corren para ganar la carrera.
Nosotras también corremos pero no con urgencia, contamos el tiempo pero no con afán, retamos a nuestro cuerpo pero no por vanidad: nosotras corremos una carrera como ninguna otra: la Carrera de las Rosas, donde la razón de cada paso, son las mujeres de nuestras vidas. En esa carrera, no importa si llegamos de primeras, porque quienes ganan de verdad son ellas, y nosotras compartimos la felicidad de acompañarlas a hacerlo.
Y es que la Carrera de las Rosas es una carrera por la vida, porque su razón de ser, es la de fomentar la prevención del cáncer de seno, por medio de campañas y eventos que movilicen a Colombia a vestirse de rosa, como símbolo de apoyo a todas las mujeres que han padecido o están viviendo con cáncer de seno.
Por eso, en la Carrera de las Rosas no importa el número que llevas en el pecho sino el nombre que lo acompaña: el de la mujer que amas. Corre por la abuela que tuviste, por la mamá que te lo ha dado todo, por la esposa que te acompaña todos los días de tu vida y por las hijas que tienes o tendrás. Corre por las amigas, corre por las jefes, por las colegas y las primas, corre por las vecinas y hasta por las mujeres que no conoces y que necesitan que alguien las acompañe a dar el siguiente paso.
Corre y si sientes que no puedes más, camina. Porque no importa la velocidad con que lo hagas sino las ganas que le pongas a cada paso, aunque sea lento, aunque sea corto. Cada paso que des, hazlo con amor y cada vez que tomes aire porque no puedes más, dedícale un segundo a pensar con la mejor energía, en las mujeres de tu vida. Y si tú, que estás aquí leyendo, eres una mujer; corre por ti, ámate, siente tu propio corazón y por lo que más quieras, hazte cada mes el autoexamen. Yo, por ahora, voy a correr por ti.
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